Los beneficios generados por la edición digital del diario no compensan la caída de la impresa, a pesar de que aumentaron en un 16,3% y su audiencia web creció un 38%. Aún así, los ingresos digitales suponen solo un 23,4% del total, lejos de, por ejemplo, el 31% que consigue Axel Springer. Las cifras ponen en entredicho la gestión de Alan Rusbridger, su director, y el modelo de periodismo abierto.
Ante el panorama, Rusbridger ya ha anunciado medidas a su plantilla, entre ellas la intención de la empresa de ahorrar siete millones del libras este mismo año, lo que se conseguirá reduciendo la plantilla de 650 empleados a unos 550 a través de un programa de jubilación voluntaria. La intención de la empresa editora es reducir los gastos en 25 millones de libras para el año 2016 o 2017. Los ingresos de GNM a día 1 de abril eran de 196,2 millones de libras, algo inferiores a los 198,2 del año pasado.
Rusbridger adelantó también la intención de la compañía de convertirse en más pequeña y reducir los contenidos del diario para mantener o aumentar la calidad de los mismos. Seguirán, además, intentando poner la máxima atención a la transición al digital.
Lo cierto es que la edición impresa del diario no funciona. Su difusión ha caído en el último año un 17,75% hasta los 211.511 ejemplares diarios, una caída únicamente superada por “The Independent” y que sitúa al “Guardian” muy lejos de los números de “The Sun”, con 2.583.552 ejemplares o del “Daily Mirror”, con 1.081.330 ejemplares, según los datos de junio del ABC.
GMN ya se ha puesto manos a la obra para intentar frenar su sangría y el mes pasado completó la venta de su división de radio Radio Global en un acuerdo estimado en unos 70 millones de libras.