Las cifras han llevado al editor de la edición digital, Tom Standage, a asegurar que en dos años más del 70% de los lectores de “The Economist” seguirán la publicación digital. "Cada vez más clientes están buscando leer el contenido de la revista en los dispositivos de lectura móvil, los anunciantes están gastando más en los canales digitales (sobre todo en la web), y los medios sociales se han convertido en un canal cada vez más importante para los lectores”, explicó Oscar Grut, otro de los responsables de la edición digital del semanario.
A la vez que aumentan los suscriptores crecen, además, los ingresos de “The Economist”. Los procedentes de la web han aumentado un 167% en un año y el número de visitantes únicos se ha elevado un 40%. En noviembre de 2011 superaron los 38 millones de páginas vistas.
"La participación activa también creció, con más de 50.000 comentarios en marzo de 2012, un 77% más que el año pasado. El compromiso con nuestros contenidos en los medios sociales también mantuvo su tendencia alcista con una comunidad de más de dos millones de seguidores en Twitter”, destacó Grut. Todas esas cifras provocan un gran optimismo entre los directivos de la publicación: "The Economist Group, al igual que todos los demás medios, se enfrenta al cambio de la lectura y de tendencias de la publicidad. Dado el éxito inicial de las ediciones digitales de “The Economist” y la comunidad comprometida que estamos construyendo a su alrededor, vemos un futuro brillante”, aseguró Grut.
Las cifras parecen darle la razón: los beneficios brutos del semanario crecieron un 9% en el último año a pesar de la crisis que azota al sector y cuya mejor muestra es que en el Reino Unido los ingresos por publicidad impresa están descendiendo un 17%.
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