Los autores y editores franceses habían demandado al buscador por infracciones de los derechos de autor, algo que también hicieron los estadounidenses, cuyo problema aún no se ha resuelto. “Aunque llegamos a un acuerdo con el gremio de escritores y editores estadounidenses en 2008, un juzgado de distrito de EEUU con sede en Nueva York rechazó el acuerdo el año pasado”, explica Philippe Colombet, Director de Desarrollo estratégico de socios de Google Books en Francia, en un comunicado.
En Francia, a partir de ahora, los editores y escritores conservarán el control sobre el uso comercial de sus libros y, al mismo tiempo, contribuirán a que la digitalización de libros de Google llegue a más público. “Tenemos la esperanza de poder alcanzar un acuerdo en EEUU”, aseguró Colombet.
Google recalca la importancia del acuerdo recordando que casi un 75% de los libros están agotados y no están disponibles, excepto para los “pocos afortunados “que pueden encontrar volúmenes antiguos en las bibliotecas. “Para que este tesoro esté disponible para todo el mundo en cualquier punto del planeta, hemos digitalizado millones de obras agotadas que se encuentran en las bibliotecas estadounidenses”, asegura la compañía.