La comercialización de las start-ups de la academia Wayra de Madrid no ha podido tener más éxito. Unas han subido su app a Apple Store, están siendo descargadas y recibiendo encargos. Otras negocian con empresas para cerrar tratos o reciben pedidos. Un ejemplo, la app de Miramusei no solo está siendo descargada de Apple, sus creadores están en tratos con varios museos medianos para adaptarla a sus contenidos. Tedcas ha montado cuatro pilotos de su interface de control gestual y por voz para hospitales, uno de ellos en Singapur y otro en Sudáfrica, y ha firmado acuerdos de distribución para Asia y Emiratos Árabes. Y todo esto sin haber terminado sus seis meses de estancia en Wayra.
Wayra no solo ha supuesto instalaciones y dinero a los emprendedores. Una de las cosas más valoradas por ellos es el apoyo de los mentores dispuestos por Wayra. Uno de ellos es Gustavo García Brusilovsky, fundador de Buy-Vip, que en el tiempo de un envío de mail puso a los emprendedores de Coquetame “en contacto con un directivo de Cortefiel. También he podido entrar en contacto con Inditex gracias a los mentores”.
Dos entusiastas directivos de Telefónica han sido los pilares de este ecosistema innovador. Gonzalo Martín-Villa es el director global de Wayra Global, y quien ha estado en el día a día, pero el auténtico padre de la criatura y quien ha debido luchar contra molinos es José María Álvarez-Pallete, ceo de Telefónica Europa.
Wayra empezó hace un año, durante los primeros seis meses escogió el centenar de proyectos de entre los 12.000 presentados, para acogerlos en las academias que tiene en Madrid, Barcelona, Bogotá, Ciudad de Méjico, Lima, Buenos Aires y Londres. Todas vivirán su Demo Day para poner en contacto a las start-ups con inversores, y empezar un nuevo ciclo. San Pablo, Dublín y Munich tendrán, en breve, academias Wayra. ¿Qué tal si se extendieran por ciudades españolas? Nos hace falta.