Desde los tiempos de Néstor Kirchner la prensa se ve impedida de formular preguntas a las máximas autoridades del país – incluida la presidencia – en las conferencias de prensa convocadas por los principales funcionarios kirchneristas.
“Silencio K”. Además, de esgrimir consignas como “No al escrache a periodistas no oficialistas”, “Libre acceso a la información”, “Control parlamentario de la pauta oficial” o “No al paraperiodismo”, el reclamo se centró en la decisión del Gobierno nacional de no permitir preguntas de parte de los periodistas ante cada convocatoria a las conferencias de prensa, principalmente de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; el vicepresidente, Amado Boudou, y la ministra de Seguridad, Nilda Garré, continuó informando Perfil.
Clarín, por su parte, destacó que los más de cien periodistas que asistieron al programa de Lanata, firmaron un documento dirigido al Gobierno bajo el título: “El pueblo no puede saber de qué se trata”. En ese documento, los representantes de la prensa no oficial plantean que “la información parcial, sesgada o ausente es un problema para las mujeres y hombres de prensa, pero sobre todo para la ciudadanía, obligada a juzgar hechos que sólo conoce parcialmente”. El documento y la lista de periodistas que pusieron su firma figura en el sitio “conferenciadeprensa.tumblr.com”.
Clarín también destacó que si bien Cristina Fernández habla casi a diario por televisión desde el atril de la Casa Rosada o en algún acto público, la Presidenta cerró desde hace tiempo la posibilidad de que los periodistas le hagan una pregunta. Por eso, los presentes en el programa de Lanata mencionaron las preguntas que le harían si tuvieran la posibilidad de entrevistarla.
Como señal de acercamiento con su par español, Cristina Fernández de Kirchner podría utilizar la metodología inaugurada por Mariano Rajoy: “Salida apresurada por la puerta de atrás del Senado”. Lo que Repsol YPF separa, las molestas preguntas de la prensa une.