Hace ya unos meses cuando el periodista argentino Luis Majul presentó en Madrid “El Dueño”, biografía no autorizada del ex presidente Néstor Kirchner, contó cómo lo atosigaban los tuiteros K. “Pero de una y a dos de la tarde me dejan tranquilo, es cuando salen para ir a almorzar”, remató su relato con ironía y no poca resignación.
Quienes seguimos los comentarios de las noticias en las páginas digitales de los medios siempre nos sorprendió la inmediatez con que reaccionan un importante grupo de tuiteros ante un artículo desfavorable a la presidenta argentina o a alguna de sus decisiones. Dan la impresión de integrar un numeroso ejército formado por soldados que no manejan – afortunadamente – armas de fuego, sino y tan solo 140 caracteres. Y, dicho sea de paso, son tremendamente efectivos.
¿Estamos hablando entonces de soldados virtuales? No exactamente. Si bien actúan desde una computadora, sus fotos acompañan los comentarios que vierten por lo que pierden los beneficios del anonimato y suman por tanto credibilidad a sus opiniones. Al menos eso es lo que la mayoría pensábamos. Pero Argentina, tierra de esperanza y sorpresas, nada puede darse por cierto hasta que se demuestre lo contrario.
La inversión de la carga de la prueba llegó este último domingo. A Jorge Lanata, periodista curtido como pocos en las costumbres argentinas, también le llamó la atención esta movilización K en el mundo virtual. Pero Lanata fue un poco más allá y en su programa de televisión Periodismo para Todo expuso la existencia de un grupo de perfiles falsos para defender al Gobierno y marcar tendencia en la red social. Y, claro está, atacar de paso a los medios opositores. La construcción del relato es otra de las grandes obsesiones de la Administración Kirchner, como bien se sabe con tanto camino ya recorrido.
Lo cierto es que la producción del programa rastreó los perfiles de los tuiteros defensores del Gobierno y notó que muchos de ellos contaban con fotos truchas (falsas). Así, Diego Pierelli más que un “vejete K”, como se describe en su biografía de Twitter, era en realidad un ingeniero italiano llamado Roberto Greter, seguramente más interesado por la muzzarella que por los avatares de la política argentina. Quizás por el lío que se armó en torno a Repsol YPF, Mario Alvarez, español y ganador de la edición2009 de Operación Triunfo, supiera algo más de Kirchner. Pero de lo que no tenía ni idea era que bajo el nombre Juna Cruz Geler integraba el ejército tuitero K. Insuperable, incluso hasta para quien fue capaz de vencer en un reality show
Una crítica constructiva para los tuiteros K ¿Cómo no se les ocurrió el perfil Antoni?
Si (
No(
