El comunicado enviado hoy por Bruselas informa que La Comisión Europea ha abierto una investigación para estudiar si el pago del dividendo digital a cargo del Estado español “cumplen la normativa de la UE en materia de ayudas estatales”. Recordamos que las cadenas de televisión deben mover la mitad de sus canales de frecuencia para liberar la banda de 790-862 MHz antes de 2015, y dejarla para servicios de banda ancha móviles. El gobierno de Zapatero vendió la banda 790-862 MHz a Movistar, Vodafone y Orange por 1.250 millones de euros para hacer la 4G móvil, que ya abonaron.
Es el denominado dividendo digital que costará 800 millones de euros, y debe ser abonado con el dinero que los operadores han dado al Estado. El 85% de la cantidad se dedicará a la reantenización, para cubrir el gasto de los hogares por reenfocar sus antenas de televisión. Durante el proceso del dividendo digital, las cadenas de televisión deberán emitir sus programas por la frecuencia que ahora tienen y por la nueva durante un periodo de6 a24 meses, para dar tiempo al proceso. El coste de duplicar la señal durante este tiempo deberá ser abonado por el Gobierno español a Abertis, que es quien lleva la señal, será el restante 15%. Y no hay más.
Fuera de esto, no hay pagos extraordinarios a nadie. Es más, el Gobierno español está intentando frenar el dividendo digital para ahorrarse los 800 millones de euros, y llevarlos a enjugar el déficit. El Secretario de Estado para las Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo-Sotelo, lo reiteró ayer, indicando un posible acuerdo para que las televisiones renunciaran a la mitad de sus programas. ¿No está informada la Comisión Europea?
La explicación de la apertura de una investigación innecesaria está en el mismo comunicado. “La Comisión tiene también sus dudas sobre si esta medida puede favorecer a las emisoras terrestres en detrimento de otras tecnologías, como la transmisión por satélite, incumpliendo así el principio de neutralidad tecnológica que exige la igualdad de trato de todas las plataformas de transmisión, con independencia de la tecnología utilizada”.
Recordar a la Comisión que TDT significa Televisión Digital Terrestre, que esta tecnología fue desarrollada por los países de la Unión Europea hace 23 años para aumentar el número de programas de televisión que se emitían de forma analógica utilizando el mismo espacio del espectro radioeléctrico. Que Suecia, Gran Bretaña y España fueron los primeros países en ponerla en marcha, dada su amplia base de antenas terrestres para recibir televisión. Que la televisión por satélite y por cable ya existían y se utilizaban en otros países, pero no era el sistema español, ni el sueco, ni el británico. Que se tuvo en cuenta el abaratamiento que suponía cambiar el sistema de televisión terrestre analógico a uno digital en todos los países, y eso lo que se hizo hace una veintena de años.
¿Ha tenido en cuenta la Comisión Europea que subir los programas de televisión al satélite sería terriblemente caro? No solo porque los ciudadanos deberíamos poner una instalación completa de antena parabólica, mucho más caro que reenfocar la que ya tenemos. También porque las cadenas de televisión han pagado derechos a las majors USA para emitir sus películas a un determinado número de personas, el mercado español de 45 millones de personas. Emitir las películas por satélite ampliaría el mercado a los países del norte de África, Portugal y el sur de Francia, un mercado mucho más amplio y distinto, por el que las cadenas de televisión deberían renegociar con los majors USA los contratos y pagar más dinero.
Casualmente, SES Astra convocó el pasado viernes una rueda de prensa para decir que “el satélite puede contribuir al próximo dividendo digital”, y se quedó tan fresco. Tantas casualidades me escaman, llevo los suficientes años en periodismo como para saber que no son tales. Un ejemplo de lo que la Comisión Europea propone: si en las obras de una autopista, en vez de desviar el tráfico por una carretera alternativa se decidiera subir los coches al avión para pasar el trayecto. ¿De verdad se les ha ocurrido esto a ellos solos?