La monarquía británica destaca por encima de todas con más de 500.000 seguidores en Facebook y más de 300.000 en Twitter. Además, su canal oficial de Youtube ha superado los 36 millones de reproducciones con 468 vídeos subidos. La Casa Real británica es la única monarquía europea que denota una apuesta firme y estratégica por las redes sociales como forma de ganar transparencia, credibilidad y reputación. Empezó en Youtube en 2007, continuó en 2009 uniéndose a Twitter y colgando fotografías en Flickr. A finales de 2011 empezó a utilizar la plataforma Storify. El perfil @ClarenceHouse en Twitter, correspondiente al Príncipe de Gales y sus hijos, supera los 160.000 seguidores.
La Casa Real noruega, a pesar de tener cuentas oficiales en Twitter y Facebook, no las utiliza. Tan sólo emplea Youtube, con más de 600.000 reproducciones. La Princesa Mette-Marit posee también perfil oficial en Twitter, @CrownPrincessMM, con más de 44.000 seguidoresPor su parte, el Principado de Mónaco tiene una presencia tibia en redes sociales con una cuenta en Twitter, @PalaisMonaco, que apenas supera los 1.000 seguidores y su equivalente en Facebook que engancha a algo más de 3.000.En todos estos perfiles oficiales el enfoque de la información es muy similar: actos oficiales, material multimedia seleccionado, celebraciones y noticias positivas con el fin de reforzar su imagen y una mayor sensación de cercanía.
El análisis realizado por Oerreeme destaca que la red social más utilizada por las Casas Reales en la actualidad es Facebook, aunque seguida cada vez más de cerca por Twitter, que además empieza a revelarse como la red social ideal para los perfiles personales de los miembros reales.Según Joaquín Moral, experto en reputación online y social media, y director de la consultora Oerreeme, “la Casas Reales europeas están dejando atrás la tradicional percepción de riesgo de las redes sociales. Ahora lo entienden como una oportunidad no sólo de transmitir sus mensajes directamente –sin filtros–, sino de poder interactuar con miles de ciudadanos. En definitiva, han entendido que las redes sociales son un medio idóneo para fortalecer las monarquías, dotándolas de transparencia, sensibilidad hacia el ciudadano y modernidad”.
No obstante, hay quien encuentra en las redes sociales el medio idóneo de darse a conocer y reforzar su imagen de marca a cuaquier precio. Precisamente sobre este tema ‘El País’ publica un reportaje de Joseba Elola en el que habla de las técnicas, incluyendo la compra de perfiles, a las que recurren muchas empresas y profesionales para hacerse visibles en las redes sociales y aparentar que son más populares de lo que realmente son. Cita el ejemplo de una persona que dirige una firma de marketing y publicidad y ha experimentado crecimientos espectaculares en el número de seguidores de su cuenta de Twitter: más de 10.000 seguidores en un día; 13.000 más al día siguiente. En tan solo 48 horas, registraba un incremento de seguidores de unos 49.000 a unos 72.000. Por 29 dólares (22 euros), señala el autor, cualquiera puede comprar 1.000 seguidores.
Debido a estas prácticas, el sector del marketing digital ha conducido a la creación esta misma semana de una plataforma, Adsocial, que pretende, entre otras cosas, implantar un código deontológico que evite fenómenos como la compra de seguidores. IAB, asociación que representa al sector de la publicidad en medios digitales, también trabaja en estos días en un código de buenas prácticas.