El joven Tomás, allá por el mes de septiembre de 2009 y desde el dormitorio de su casa, ubicada en la zona rural de Noroeste argentino, lanzó un portal de búsqueda de películas gratuitas que en poco tiempo resultó un boom, no sólo en Argentina, sino en toda Latinoamérica. Hoy, Cuevana.tv reporta 15 millones de usuarios únicos por mes.
Hasta la mismísima CNN se interesó por esta historia. “Era un hobby, una cosa pequeña. Y explotó en mis manos”, le confesó al periodista de la cadena de noticias.
El problema para Escobar es que no sólo la CNN y el resto de la prensa local y regional se interesaron por él. También las grandes productoras pusieron sus ojos, y abogados, en este emprendedor de provincias. Así es como en noviembre, HBO Latin America y Turner International Argentina —ambos, como CNN, parte de Time Warner— emprendieron acciones legales contra Cuevana en Argentina.
De hecho, Turner Argentina le propinó la primera bofetada a Escobar al conseguir que la Justicia ordenara a Cuevana.tv a retirar de su catálogo tres de sus series originales, incluyendo la producida por Steven Spielberg, Falling Skies.
“Es una de las primeras decisiones judiciales en Argentina y Latinoamérica, por lo que estamos orgullosos de defender las leyes de propiedad intelectual, estamos orgullosos de defender nuestras propias producciones, y estamos orgullosos de defender el patrimonio de nuestra empresa”, sostuvo Víctor Roldán, director de asuntos legales de Turner Internacional Argentina, en el reportaje de CNN.
CNN también le da voz a Cristina Agüero, presidenta de la Asociación Argentina de Productores Cinematográficos : “El problema es que todas las regulaciones fueron sido ignoradas, y todo el control fue dado directamente a los usuarios de Cuevana. Esto es perjudicial para los productores, directores, y toda la industria cinematográfica aquí”, afirmó.
Pero lo cierto es que Cuevana.tv ve cada día como crece su base de usuarios y su aire “filantrópico”, al menos por el momento, según palabras del propio Escobar ante CNN: “Cuevana gana miles de dólares en ingresos por publicidad mensual, pero todo el dinero es destinado a mantener el sitio. Cuevana no tiene empleados, solo voluntarios”, pero reconoce que el sitio algún día podría hacerlo muy rico.
“La gente en América Latina ya se está quejando de que Netflix no tiene suficiente contenido específicamente para ellos. Hasta que lo tengan, no creo que tengan éxito”, afirmó Escobar. “Los consumidores aquí solo queremos ser tratados como iguales a los consumidores estadounidenses”.
Al menos, la filosofía “garaje” o “dormitorio” son muy similares. Es un principio.
Si (
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