RIM, el fabricante de Blackberry, finalmente ha reconocido la caída de su correo electrónico y el acceso a Internet en Europa, India, Brasil, Chile, Argentina y África. El pasado lunes se cayó por primera vez en todo el mundo la conexión de datos de Blackberry, algo no reconocido por la empresa. Lo peor de la situación, es que los técnicos de RIM no saben explicar el problema, por lo que los cortes podrían repetirse. Se habla de sabotaje realizado por hackers. Sus clientes echan humo a través de las redes sociales, a las que entran a través de otros terminales. Son dos cortes mundiales del correo electrónico de Blackberry en escasos días. Lo peor que podía pasarle. El imperio de la mítica agenda toca a su fin.
Blackberry está perdiendo terreno frente al iPhone y a los móviles con Android, el sistema operativo de Google. No puede competir con ellos en número de aplicaciones (apenas tiene) ni en navegación por Internet (es muy incómoda) Tampoco en hardware. Inexplicablemente, los últimos terminales lanzados al mercado por RIM son más lentos y tienen menos capacidades que sus competidores. Su cómodo teclado físico, valorado para tuitear y chatear, está replicado en los smartphones de otros fabricantes. Para colmo, su tableta PlayBook no ha tenido el éxito esperado, a pesar de ser excelente.
La respuesta de los responsables de RIM a tales acusaciones era la fortaleza de su correo. Inviolables servidores propios con redundancia mundial. La seguridad y rapidez del correo electrónico de Blackberry la ponía en una posición imbatible para el correo corporativo. Era el centro del trabajo diario de directivos y profesionales de todo el mundo, y muchos de los que se pasaron al iPhone retornaron. Las grandes corporaciones confiaban su correo electrónico a RIM. El fabricante trabaja con 500 carriers en 170 países, y con productos en 30 idiomas. Reconoce tener más de 53 millones de agendas funcionando, la mayoría en manos de los directivos de las mayores corporaciones.
Sobre la cabeza de RIM penden las amenazas de denuncias de corporaciones, usuarios particulares y operadores de telecomunicaciones de todo el mundo. Muchas se materializarán. Deberá calmar los ánimos de los operadores, hasta ahora fieles aliados, que han sido veladamente acusados de sus fallos. Las quinielas realizadas sobre su venta se agudizarán. El valor ha caído en bolsa casi un 60% desde primeros de año, y buena parte de la caída ha sido debida al fracaso de PlayBook. Inexplicablemente, la bolsa no ha castigado el fallo en estos días. RIM se revalorizó por encima del 5% en la última jornada, muy por encima del Nasdaq, del índice tecnológico, y contra la caída de Dow Jones. Un espejismo en medio de las ruinas del antaño esplendoroso gigante. Uno más en perder pie ante la Internet móvil.