Las redes sociales son un canal habitual para los periodistas. El 95% usan asiduamente Twitter, mientras Facebook es utilizado a menudo por cerca de tres de cada cuatro, según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid. Son, con mucho, las herramientas tecnológicas más habituales por delante de los blogs (46%) y YouTube (28%). El estudio muestra el interés de los informadores por no perder el tren de las nuevas tecnologías, que no sólo aplican a su trabajo diario sino también a la construcción de una marca personal.
El principal uso que se le da a Twitter, la red social preferida, es la de detectar tendencias (86%) y acceder a información publicada por otros (82%). En una proporción similar es utilizada para viralizar los contenidos propios. Estos usos están muy por encima de otras utilidades como contactar con fuentes o hacer investigación.
Los resultados de la encuesta, realizada a 50 periodistas entre abril y mayo de 2011, han servido a LABàPART para realizar una lectura crítica de la situación. El grupo de investigadores liderado por la profesora Pilar Carrera ponen de manifiesto que las nuevas herramientas no han modificado la forma de trabajar de los periodistas. Son un "mecanismo de difusión de contenidos que en su mayoría han sido generados con las formas tradicionales de producción periodística”, afirma la responsable del estudio.
Las respuestas de los periodistas coinciden solo en una mínima parte con las reflexiones de la Carlos III. Si bien es cierto que dos de cada tres consultados afirma que las redes sociales son un sistema para atraer al consumidor, casi todos (un 90%) prefieren resaltar las facilidades que aporta para conocer mejor los intereses del público. En este sentido, un 69% de ellos afirma que gracias a su participación en las redes sociales su agenda de temas se ha enriquecido.
Asumiendo las novedades introducidas por las redes sociales, los responsables del estudio afirman que las nuevas herramientas tienen un potencial de cambio aún no explorado: “De momento, más que un medio de conseguir datos para incorporarlos a la información, hoy es un medio de viralización”, insisten. Por parte de las empresas informativas, LABàPART echa en falta que se implementen plataformas efectivas de participación de los consumidores. Según el grupo de estudio el llamado periodismo ciudadano se ha visto relegado a un determinado lugar, frecuentemente los comentarios a las noticias, en torno al que se ha creado “un cordón sanitario que impide la convergencia con la creación de contenidos en los medios. Es imprescindible tender los fundamentos de la participación ciudadana para reforzar el vínculo con la audiencia, en especial la más joven”, afirman.