Una tímida mejoría. Eso es lo que ha experimentado la salud tecnológica de España en los dos últimos años, según un estudio realizado por el diario Economist, patrocinado por los principales desarrolladores de software del mundo. El mapa de la competencia tecnológica muestra que España se sitúa en el grupo más avanzado, aunque lejos de los países en cabeza. Según los responsables del estudio, se ha registrado un avance notable en I+D, criterio que se ha incrementado un 13,8 %. También ha habido ligeras mejorías en los indicadores relativos al entorno legal en España y a la capacitación de su capital humano. Sin embargo, se ha producido un notable retroceso en el entorno global para los negocios, donde desciende cinco posiciones, hasta ubicarse en la 22ª posición del ranking. La conclusión de estas bajadas y subidas es que España se sitúa todavía por detrás de las grandes economías del mundo. Además, ve acercarse rápidamente a las economías emergentes. Los mayores movimientos en el Índice de este año en comparación con la anterior edición de 2009 incluyen a Malasia, que saltó 11 puestos en la clasificación general debido a un espectacular aumento en la actividad de investigación y desarrollo; o India, que subió 10 posiciones debido a la fortaleza de un sólido I+D y un dinámico ambiente de capital humano. Para Luis Frutos, portavoz del comité español de BSA, “no hay cambios significativos y eso es preocupante. No hay perspectivas de que nuestra situación mejore a corto plazo, mientras los países líderes se consolidan en su dominio y las economías emergentes están avanzando a pasos agigantados”. Para Frutos, el camino pasa por aprovechar las fortalezas de nuestro mercado, entre la que destaca la capacitación de los trabajadores sobre la que “podemos construir los fundamentos de mejora de nuestro sector de las tecnologías de la información”. Los datos del estudio muestran que el entorno global es cada vez más favorable a las economías emergentes que están elevando su apuesta por las tecnologías de la información. Y esta importancia será aun mayor en el futuro, en opinión de la industria del software. Para el presidente de BSA, "está muy claro, a la vista del ranking de Competitividad IT de este año, que la inversión en los fundamentos de la innovación tecnológica pagará grandes dividendos en el largo plazo”.