La lucha entre operadores y empresas de Internet, ahora dormida, amenaza con recrudecerse. Los operadores móviles manifiestan su malestar ante la posibilidad de que sea Google, y otros gigantes digitales, quien saque mayor rentabilidad de las inversiones que ellos realizan para construir las redes 4G. El modelo de ofrecer contenidos gratuitos por Internet para vender la publicidad insertada en ellos ha hecho del buscador un gigante mundial, casi inexpugnable.
El modelo de Google, unido a la aparición de smartphones, ha conducido a los operadores de telecomunicaciones a un círculo perverso. Algunos datos. En el mundo hay 6.000 millones de móviles. Las personas conectadas a Internet generan más de 30.000 millones de contenidos al mes. El tráfico de las redes de telecomunicaciones se ha multiplicado por 150 en diez años.
Para servir al nuevo escenario, los operadores deben mantener sus fuertes inversiones en hacer redes cada vez más veloces, tanto fijas como móviles. Tanto con la fibra óptica hasta el hogar, como con las redes 4G (soportadas por la tecnología LTE) se alcanzará la velocidad de 100 Mbps. Velocidad que también será ofrecida por las redes de cable mejoradas con la tecnología Docsis 3.0.
El esfuerzo inversor que deben afrontar los operadores de telecomunicaciones es enorme, a pesar de la continua rebaja de precios para retener a unos consumidores muy castigados por la crisis. Los consultores dan previsiones milmillonarias. Deloitte asegura que los operadores estadounidenses invertirán de 18.000 a 39.000 millones de euros en redes 4G hasta 2016, lo que será fundamental para la recuperación económica del país. Frost & Sullivan prevé que las inversiones para hacer estas redes en Latinoamérica absorberán hasta el 40% de los presupuestos de las operadoras en 2012. iHS iSuppli Research prevé que la inversión mundial en infraestructura 4G será de casi 21.000 millones de euros en 2014. Suma y sigue.