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Medios de Comunicación | |||
Argentina |
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Por Sergio Manaut | |||
El Gobierno de Mauricio Macri anunció un drástico recorte de la pauta publicitaria para este año, medida que terminará con el entramado mediático armado por el kirchnerismo. ¿Fin de una era o comienzo de otra? |
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“El sueño terminó”. Con esta frase, insertada en la canción God, John Lennon escenificó el fin de una era, la de los Beatles. Enseguida, el malogrado beatle añadía: “así que queridísimos amigos solos tienen que seguir”. La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner es una devota del rock, y si además se tiene en cuenta su edad, casi con seguridad lo fue también de los Beatles. Siguiendo esta línea argumental, conocerá muy bien God o, como mínimo, la frase que inmortalizó. Lo que no sabemos es si en un acto de honestidad brutal – para citar a su compatriota Andrés Calamaro – la utilizó para adelantarles a Cristóbal López, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, los principales referentes del relato K, el fin de otro ciclo, el de la prensa K, tras su derrota en manos del conservador Mauricio Macri. Pero como en toda historia que se precie hay ganadores y perdedores, los empresarios amigos del poder que apostaron por los medios K no escaparon a esta lógica. López, Szpolski y Garfunkel no están precisamente en el primer grupo. Los listos del patio, que también se beneficiaron de la publicidad K, pero que a diferencia de los nombrados sí lograron consolidar sus empresas periodísticas, son el empresario mendocino Daniel Vila y su socio José Luis Manzano, también mendocino y esperanza blanca del peronismo en aquellos lejanos días cuando Carlos Menem llegó a la presidencia de Argentina y Manzano a su banca de diputado, con su único traje, gris y pasado de moda. Quien sí lucía trajes caros, tras colgar para siempre en el armario su cazadora verde estilo militar, y con ella enterrar su pasado en el nacionalismo católico, es Daniel Hadad, periodista de redacción que mutó a fuerte empresario de medios bajo las administraciones kirchneristas, aunque su emporio comenzó a construirlo antes la llegada del matrimonio patagónico al poder. Hadad, a diferencia de los mendocinos, prefirió vender a los otros protagonistas de esta historia la mayor parte de sus cabeceras y hacerse de una suculenta caja, además de salir de la línea de fuego en el momento en que las balas – figuradas, claro está - pasaban cada vez más cerca de su cabeza. Así, con la llegada de Macri – hijo de Franco, quien en los noventa formó parte del selecto grupo conocido como “los capitanes de la industria” – a la Casa Rosada, el hasta entonces enormemente lucrativo negocio de los medios K se derrumbó estrepitosamente, sembrando al gremio de la prensa de desocupados y trabajadores sin poder cobrar sus sueldos. El fin “de la década ganada”, como definía Cristina Fernández los diez años de gobierno kirchnerista, puso los pelos de punta a más de uno, nervios que también dañaron las relaciones entre los antiguos socios. Las discusiones y fuertes acusaciones se hicieron moneda corriente. En este rubro, sobresale la ruptura Garfunkel-Szpolski, que incluyó amenazas, según contó la mujer de Garfunkel, la modelo Victoria Vannucci, desde Miami, donde se radicó junto con Matías tras el fin de la era K y el vaciamiento del Grupo Veintitrés que dejó a miles de trabajadores en la calle, o sin cobrar, o ambas penurias a la vez. “Matías puso plata para que esta gente siga trabajando. Puso una cifra para que el Grupo de trabajo a la gente, no para que vacíen empresas ni deje a la gente en la calle”, contó en charla con el programa de la televisión argentina “Intrusos”. La también dueña de una marca de lencería fue más allá cuando denunció que los verdaderos responsables de las desgracias de su marido son Szpolski y su abogado y mano derecha, Darío Richarte. Casi simultáneamente, Clarín aseguraba que el grupo Vila-Manzano adquiría el 20% del diario económico decano de Argentina, El Cronista Comercial, cuyo dueño es el empresario, y fallido político, Francisco de Narváez. Es un negocio entre viejos conocidos. Los mendocinos, junto con quien fuera el rey argentino de los supermercados, allá por los noventa, comparten la propiedad de América TV, siendo el rol de De Narváez el de socio financiero sin opinión en la línea editorial del canal. Si bien es cierto que con los nuevos aires políticos comenzaron a verse movimientos de fusiones y adquisiciones de medios, también lo es que fue durante el kirchnerismo cuando el sector se vio sacudido por una verdadera revolución de cambios de manos de empresas periodísticas o cabeceras ya instaladas en el mercado, como así también el surgimientos de otras bajo el paraguas protector de la publicidad oficial. Según distintos analistas, estos movimientos respondían a la búsqueda de beneficios garantizados, ganancias que les aseguraba la pauta publicitaria a cambio de fortalecer, expandir y ampliar el relato K, sin importar la calidad periodística ni menos aún el volumen de ventas. En paralelo, vale destacar que los grandes grupos, Clarín, La Nación, Perfil y Telefónica, mantuvieron su núcleo accionarial intacto, junto con su independencia del Ejecutivo, hecho que les acarreó dolores, y muy fuertes, de cabeza, sobre todo al Grupo Clarín que vio cómo el Congreso sacaba una ley de medios a la medida contra sus intereses empresariales. Perfil, en tanto, tuvo que recurrir a la Corte Suprema para que el Estado le asigne la publicidad oficial que le correspondía por ventas.
Crónica de una muerte anunciada “El sueño terminó”, y con él los pesos. La Administración Macri anunció que el presupuesto de la jefatura de gabinete para 2016 es de 1.500 millones de pesos (92 millones de euros), cifra de la que hay que descontar 800 millones (49 millones de euros) destinados a saldar la deuda heredada del Ejecutivo anterior. Para colmo, el recorte abarcará también a los gobiernos provinciales y a los municipios, con un agravante: los tres distritos que engordan el cheque de la pauta publicitaria, esto es, Nación, provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires, están gobernados por el macrismo. Para contextualizar estas cifras, hay que recordar que en 2015 sólo la jefatura de gabinete destinó a publicidad estatal 2.200 millones (135,5 millones de euros). Más números: entre julio de 2009 y julio de 2015, la jefatura de gabinete distribuyó 6.578,9 millones (406 millones de euros) en pauta oficial, sin incluir organismos descentralizados. Si nos remontamos a 2003 (en diciembre de ese año asumió la presidencia Néstor Kirchner), se verá cómo la curva que mide el gasto publicitario pegó un fortísimo salto ascendente. De los 46,2 millones (2,8 millones de euros) de ese ejercicio se pasó a 1.660,8 millones en 2014 (101 millones de euros). El periodista de La Nación y uno de los más destacados analistas sobre este asunto, José Crettaz, afirmó que de esos recursos la mitad se concentró en quince grupos de medios, doce de los cuales pueden caracterizarse claramente como empresas kirchneristas. Así las cosas, los medios kirchneristas que vivían de la pauta oficial, y que no se tomaron el trabajo de estructurar un plan de negocios viable, seguramente por inútil, sufrieron tal sacudón que muchos de ellos no sobrevivieron ni tres meses, como subrayó Crettaz..
Los “pautadependientes”, juntos y revueltos Crettaz indagó en la intimidad de los principales grupos kirchneristas. En el caso Indalo Media, la división de medios del holding de Cristóbal López, recordó que la empresa decidió despedir 118 de los 160 empleados de CN23, compañía fundada por Szpolski y posteriormente comprada por López.. Indalo, subrayó el periodista, ya operaba la señal informativa C5N, empresa creada por Daniel Hadad en 2012. Crettaz destacó lo descabellado de la operación al revelar que en el mercado argentino hay no menos de ocho canales informativos, cuando ningún país de la región tiene más de cuatro canales de noticias. La guillotina sigue su trabajo en el conglomerado de López. 80 empleados de PPT, la productora que emitía por la televisión pública la tertulia partidista 678, también están bajo amenaza de despido. Por otra parte, fuentes del mercado aseguraron que López analiza cerrar la edición impresa de Buenos Aires Herald, el diario escrito en inglés y en su momento considerado uno de los más prestigiosos de Argentina, sobre todo en los años de plomo de la dictadura por ser el único que denunció la desaparición de militantes políticos. Este diario es otro ejemplo de los matrimonios de sangre K: pasó de Szpolski a Orlando Vignatti, otro empresario kirchnerista que tuvo el nada envidiado honor de llevar a Ámbito Financiero casi a su desaparición, periódico, dicho sea de paso, que terminó en manos de López, quien además se hizo de pequeñas cabeceras del Grupo Veintitres. Crettaz aseguró que los medios que actualmente pertenecen a Indalo Media sumaron pauta oficial por 158,6 millones (diez millones de euros) entre julio de 2009 y junio de 2015. “A eso hay que sumarle los 106,6 millones (siete millones de euros) que en el mismo periodo sumó Ámbito Financiero”, escribió el periodista de La Nación. En cuanto a las empresas que compartían Szpolski y Garfunkel, éstas recibieron unos 815 millones, esto es, 50 millones de euros al cambio actual. El cierre del grifo estatal no sólo provocó la pelea entre los antiguos socios, sino que además se llevó por delante al diario Tiempo Argentino y a Radio América, cuyos empleados se encuentran en un verdadero limbo: no los despiden, pero tampoco les pagan. La histórica radio Splendid, ahora activo de Szpolski, también se encuentra en una posición muy delicada, como un gran número de radios tradicionales argentinas que en los últimos años tuvieron más dueños que oyentes al caer en manos kirchneristas. En Electroingeniería, constructora cordobesa que entró en el sector editorial para morder ella también de la pauta oficial, seguramente no pasa día sin que se pregunten porqué a los argentinos se les ocurrió cambiar su voto. Entraron en un negocio con beneficios garantizados y hoy ven cómo el canal 360TV y Radio del Plata, emisora que le compraron al exitoso conductor y empresario televisivo Marcelo Tinelli en 2008 - cuyo finísimo olfato político le permite subir y bajar del barco en el momento adecuado -, entraron en números rojos difíciles de revertir. Lo cierto es que la reducción de la pauta oficial no sería el único problema para Gerardo Ferreira y Osvaldo Costa, propietarios de la empresa. La estrecha relación con los Kirchner hizo que Electroingeniería fuera una de las constructoras con más contratos de obra pública adjudicados durante “la década ganada”. Quizás la pieza más preciada de la prensa K sea Página 12 por lo que representó para la izquierda argentina. Los movimientos accionariales llevó al diario fundado por Jorge Lanata hasta la orilla kirchnerista. Si bien pagará por ese pecado, para La Nación su situación es más prolija porque hizo una previsión de pauta oficial que le permitiese sobrevivir al menos seis meses. Pero también, La Nación arriesgó que la tabla de salvación podría llegar a través de la fusión entre su actual propietario, Editorial La Página SA con la Fundación Octubre de Trabajadores de Edificios, entidad del sindicato del mismo nombre. El CEO de Octubre es Francisco Meritillo, operador de las radios AM 750 y FM Malena, además de las revistas otrora de culto El Planeta Urbano y Caras y Caretas, entre otros negocios. Según La Nación, entre 2009 y 2015, Página 12 ingresó 248,1 milllones (15 millones de euros) en concepto de publicidad oficial, cifra que llevó al diario a ocupar el quinto puesto entre los que más cobraron de las arcas del Estado.
¿Se viene el relato M? Esta pregunta flota por todas las redacciones argentinas, y la respuesta, como es natural, varía según quien responda. “No creo en el relato: el único relato es la realidad. Lo otro es todo verso y toneladas de plata pública destinadas a eso (…). La dimensión de la locura de la publicidad estatal hay que pararla, después tratar de hacerla transparente. Hay que distribuir democráticamente en todos los medios los anuncios del Gobierno. No hay más periodistas financiados por el Gobierno”, afirmó el jefe de gabinete, Marcos Peña, en el programa Animales Sueltos de América TV, empresa, curiosamente, del grupo Vila-Manzano, uno de los más beneficiados en el reparto de la publicidad oficial llevado a cabo por el kirchnerismo, como ya se vio. Según Clarín, la política de reparto en la que estaría trabajando la Casa Rosada se basa en menos pauta y más web. Menos distribución arbitraria de la publicidad oficial para el disciplinamiento de medios y periodistas y más contacto directo con los ciudadanos. El periódico, que simbolizó el antikirchnerismo mediático, aseguró que la comunicación es un eje central en la construcción política del PRO y lo será del gobierno de Cambiemos. “De hecho, es una las obsesiones personales del jefe de gabinete, Marcos Peña”, sostuvo. El diario porteño afirmó que se trabaja en un proyecto de ley para regular la distribución de la pauta publicitaria. La fórmula que impulsan Macri y Peña, siguió, es que un 70% de la tarta se reparta de acuerdo a un índice de audiencia y penetración y otro 30% se distribuya con criterios objetivos para fomento de publicaciones, radios y televisoras más pequeñas. Otro cambio relevante en relación con la anterior administración es que toda la información estará online para que todo el mundo sepa quienes reciben dinero y por qué. Por su parte,Facundo Falduto, editor general de Perfil, reconoció el peso cada vez mayor de la pauta publicitaria del Estado para sostener a los medios. “El panorama se complica ahora que el mismo partido gobierna sobre las tres principales fuentes de pauta del país: Nación, Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires. ¿Cómo puede sobrevivir un medio no alineado con el gobierno en ese escenario de privatización del discurso?”, se preguntó el directivo del grupo que tuvo fuertes encontronazos con el kirchnerismo, y mantiene distancias con el macrismo. De hecho, el directivo de Perfil afirmó que se produjo un “blindaje mediático a favor de Macri”, pues casi todos los grandes grupos de medios están a favor del gobierno y “matizan las críticas” o “dejan de cubrir temas espinosos”, a la espera de los negocios que surgirían con el cuádruple play, es decir, que las telefónicas puedan invertir en medios y que los medios puedan proveer servicios de telefonía. Raúl Kollman, periodista de Página 12 y de Radio del Plata, denunció en una entrevista radial que el Ejecutivo “está dejando en el camino por lo menos a 400 periodistas”. “Los grandes medios sobreviven, porque son parte de empresas que tienen otros negocios, como el grupo Clarín, proveedor casi monopólico de televisión por cable. Pero el grupo de medios que se fue construyendo durante el gobierno de Cristina Kirchner como contrapeso frente a los grandes grupos económicos, hoy está en peligro”, advirtió. “Hay un apagón informativo de casi todos los programas que discrepen con el gobierno actual. Solo quedan el diario Página 12, Radio del Plata, y en cierta medida, el canal de noticias C5N”, concluyó Kollman. Los medios kirchneristas vivían entonces días de gloria. La pauta oficial representó para algunos de ellos más del 90% de todos sus ingresos. Ahora queda por ver si las promesas de un reparto equitativo y no político de la pauta publicitaria del actual gobierno se cumplen o terminará surgiendo otra generación “pautadependiente”. O, lo que es lo mismo, nuevos días de gloria para otros apellidos. En Argentina lo anormal puede sostenerse en el tiempo. |
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