Cuando nos referimos al término liderazgo, existen diversas definiciones, pero en esencia podemos decir que “es la acción de liderar un grupo de gente o una organización”.
Se le atribuyen sinónimos como dirección, control, Management, supervisión, gobierno, etc., pero cuando tenemos que definir quién es el que ejerce la acción de liderazgo, ya entonces no entran en juego tantas palabras equivalentes. Porque la acción de liderar está por encima de acciones como supervisar, ejercer el control, gestionar, etc.
Por ello, al focalizar hoy en aquellas circunstancias especiales en las que un líder tiene que gestionar personas muy preparadas pero especialmente brillantes, tenemos que tener en cuenta algunas cuestiones que se salen del “formato” de liderazgo común al que estamos acostumbrados. No es lo mismo liderar una organización con “gente normal” que un equipo científico conformado por “varios genios” que incluso más de uno, pudieran ser tildados de antisociales. No es necesario que los busquemos en una organización de investigación farmacológica, sino simplemente en muchas de las más destacadas start-ups de los últimos años en los que ha habido auténticos cerebros entre sus filas.